Hazte esta pregunta: ¿qué pasaría si hoy…?
Cambia el guión.
Abúrrete.
Un poco.
O un mucho.
Sólo por hoy.

Hoy hablaremos de dos pilares fundamentales: Quererse a uno mismo y el hecho de que la gente te deje en paz mientras lo haces.

Además aprenderemos la palabra mágica RESPETO.

Porque la felicidad y la autoestima nacen de uno mismo, si no tienes nada bueno que decirle a alguien, cállate. Arregla tu problema y deja a los demás vivir tranquilos 🙂

Y además, te invitamos a participar en nuestro proyecto, te contamos un poquito más en nuestra web.

¡Vamos hablando!

Porque menos es más y porque los mejores momentos se disfrutan entre amigos y sobremesas, saboreemos cada minuto de esta locura llamada vida.

Ríe, bebe, come, sé plenamente consciente de cada sabor, de cada carcajada, de cada mirada, de cada guiño… Porque despacio se hace y se disfruta más todo, brindemos por el aquí y el ahora.

Lo diga John Lennon o quien sea.

En este episodio seguimos hablando sobre hacer ‘la purga’ o hacer el ‘detox de la vida’. Esto es necesario cuando tenemos a nuestro alrededor a personas que nos «ennegrecen», no tienen alegría de vivir, son como «cojines», no sólo no nos aportan nada en nuestra vida sino que además a veces incluso nos atacan.

¿Qué hacer en esos casos? ¡Detox de la vida!

Cuando tienes una relación con alguien (laboral, amorosa, amistosa…) y llega el momento de decir adiós, pero no por cualquier motivo. Le queremos decir «adiós con el corazón» porque es una persona que va en dirección opuesta a nosotros, nos «ennegrece», no tiene alegría de vivir, son como «cojines», no sólo no nos aportan nada en nuestra vida sino que además a veces incluso nos atacan. 

¿Qué hacer en esos casos?

¡Detox de la vida!

Hace un par de años viendo una película de Woody Allen (al que odias o amas), «Y si la cosa funciona», entendí muchas cosas. Una de ellas fue el concepto de entropía, que él definió como «la incapacidad de volver a meter la pasta de dientes en el tubo». ¿Has intentado alguna vez tal proeza? Y si es así, ¿has tenido éxito?
 
Como en todo en la vida y a veces por desgracia, no podemos deshacer o desdecir lo que ya hemos hecho o dicho. ¿Te ha pasado alguna vez…?

¿Por qué las mejores decisiones suelen ser las más difíciles de explicar? No de tomar, sino de explicar. Decidimos algo y en un momento dado, no sabemos por qué, cambiamos de opinión. Algo no nos ha dado buena espina. Ya está.

Las decisiones adoptadas a toda prisa pueden ser tan buenas como las más prudentes y deliberadas. 

Sino, entonces ¿por qué algunos siguen su instinto y triunfan y otros son tan torpes una y otra vez y repiten y repiten las mismas cosas esperando resultados diferentes…? Porque los primeros prestan atención a su intuición, a las señales que su cuerpo les da (nervios, sudores, cambios en la respiración…). 

Estemos atentos a nuestra intuición, a esa vocecita que nos quiere decir algo. Si algo nos da mala espina, escuchemos a nuestro cuerpo. Si algo nos está incomodando, vayámonos de allí.