¿Eres un adicto a las conferencias, ponencias y eventos?
Talleres, cursos, ponencias, eventos… Nos gusta todo. Somos inquietas y nos interesan multitud de temas: Talleres sobre ‘Do it yourself’, periodismo de viajes, el Camino de Santiago, danza del vientre, ilustración, hablar en público, emprendedores, deportes, espiritualidad, monólogos…
Nos encanta la gente. Personas de carne y hueso que te dedican unos momentos para contarte sus miserias y sus éxitos, sus alegrías y sus desdichas. Y no hablamos sólo de los que se suben a la plataforma, sino también del anónimo que se sienta a tu lado y que tiene una historia digna de ser escrita en un bestseller. He descubierto hace poco que solo hay que estar atento y escuchar. Estamos rodeados de gente, gente que quiere hablar, que tienen algo que mostrar al mundo.
Todos estamos llenos de ideas y proyectos, cuanto más locos, mejor. Pero (siempre hay un pero) por naturaleza nos cuesta arrancar, somos perezosos (la famosa procrastinación). Si de todas maneras es probable que no hagamos nada, ¿por qué no probar yendo a alguna conferencia? ¿Por qué no conocer a personas desconocidas, con hobbies, profesiones o intereses que ni siquiera sabías que existían? ¿En serio sólo te vas a retroalimentar con las mismas historias de la misma gente que te rodea a diario en tu oficina?
En nuestra trayectoria de cursos y talleres, hemos encontrado muchos beneficios:
- Networking.
- Aprendizaje. En las ponencias escuchas, pero si además asistes a talleres y cursos, pones en práctica directamente lo aprendido.
- Algo queda, el poso del café. Poco a poco vas abriendo tu mente, conoces otras maneras de pensar y no te limitas. Sabes que ‘hay otros mundos’, y accedas o no a ellos, sabes que están ahí.
- Te proponen proyectos. Compartirás intereses con personas y de ahí surgirán nuevas ideas, proyectos, locuras… ¡todo vale!
- Hay que relacionarse. No perdamos la parte humana. Aprender con cursos online y videos de youtube está bien pero, ¿por qué no hablar cara a cara y tomarse una cerveza a la salida?
Y como siempre, equilibrio. Que nunca te echen de menos en casa. Pon en práctica algo, una idea que te lleves de esa conferencia y hazla tuya. Deja unos días para irla introduciendo y ¿por qué no?, que forme parte de algún nuevo hábito.
No vayas como loco de charla en charla sin que hayas aprendido y accionado algo. Y para, por favor para, si ves que te estás volviendo algo adicto.
¿Y ahora qué? ¡Vamos hablando!