El amor… ¿incondicional?
En los últimos meses nos han llegado noticias sobre parejas con altas diferencias de edad (más de lo ‘normal’).
A raíz de todo eso y de una experiencia personal que ahora os voy a contar, decidimos hablar sobre este tema.
Hace poco salí con unas amigas a celebrar mi cumpleaños y conocí un chico. Hasta aquí todo normal. Si tuviera que describirlo, diría que era: mono, gracioso, bailarín, hablador… No sé, en unas pocas horas en una discoteca tampoco se puede apreciar mucho más. Al terminar la noche me pidió el teléfono y se lo di.
Hasta aquí no hay nada raro. Pues bien, cuando se lo conté a una amiga, algo típico que hacemos tod@s, lo primero que me preguntó fue: ¿cuántos años tiene? Yo le dije que 23 (yo tengo 35) y su respuesta automática fue ‘¿Y TÚ QUÉ HACES CON ESO?’
Me quede tan sorprendida que no sabía ni qué contestar, así que tartamudeando cambié de tema tras justificarme y quitarle importancia a lo sucedido.
Días más tarde me puse a pensar en ello. Estoy segura de que mi amiga no lo dijo con mala intención pero, parece ser que ahora el amor, el querer, ya no es algo recíproco y sin condiciones, sino que se ha convertido en un ¿te quiero a mi manera? o te quiero si entras en esta cajita tan mona que he creado para ti.
Buscando por internet o simplemente viendo First Dates es fácil darse cuenta de que ahora para que alguien tenga la mínima posibilidad de tener una cita o tomarse un café, se tiene que dar alguna de estas condiciones:
– Que sea más alto que yo.
– Que sea de mi edad más o menos, tal vez mayor pero no mucho. Lo razonable, como me han recordado hoy mismo, son 5 años +/-.
– Que tenga trabajo o una misión en la vida, tener claro a qué se quiere dedicar.
– Con mi estilo tanto en vestimenta, tatuajes, hasta en el color de pelo, que encaje con lo que me gusta.
– Si le gusta el postureo, ¿cómo son sus redes sociales?
– ¿Sale mucho? y ¿con qué estilo?
– Si le gusta bailar y qué tipo de música.
Y así podríamos seguir… Actualmente parece ser que si no eres como yo quiero que seas y no encajas en las reglas no escritas de lo que es una relación adecuada y estándar, entonces tiene sentido el decir ‘¿para que quieres eso?’
Yo, según lo que he podido investigar, al parecer tengo una visión del amor que entra en la categoría tradicional-romantica-sincondiciones, y dado que no me gustan las etiquetas no tengo claro de si me convence o me gusta estar en esa caja.
Pero lo que si puedo decir al respecto es que sí soy de las que consideran ‘eso’ una persona y que no limita el amor a la edad, la nacionalidad, color de la piel, estilo de vestir, la música que escucha, el equipo de fútbol o deporte al que es aficionado, si tiene coche, si lleva camisa blanca los martes o zapatos los viernes… El amor debería tratar sobre si quieres o no a esa persona y quién es esa persona (y no si es rubi@ o moren@).
Por ultimo me gustaría puntualizar la definición del Amor en la RAE y que en definitiva para mí no son nada aclarativas.
Def1: Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear.
Def2: Tendencia a la unión sexual.
Aclaración final: Antes de terminar quiero aclarar que en todo lo que hemos hablado en este capitulo no nos referimos a ningún caso de relación afectiva/amorosa/sexual que sea castigada/sancionada por ley.
Leticia.
Hemos hablado de:
Macron ‘aime’ Brigitte: la historia de amor del candidato francés con su profesora
Risto Mejide y Laura Escanes se han casado éste fin de semana y más allá de a qué se dedica la novia o cual es el nuevo programa o libro de él, lo más importante es que él le dobla la edad a ella.
Escena de El lado oscuro del corazón:
Serie Younger:
«Sé que vas a quererme sin preguntas, sé que voy a quererte sin respuestas». Mario Benedetti.
¡Vamos hablando!